¿Sabías que todos los tés vienen de la misma planta?
Camellia Sinensis es su nombre y cada tipo de té se diferencia en el proceso que tienen sus hojas después de cosechadas. Todos ellos los podemos usar para hacer Kombucha y cada uno le da un sabor particular.
El té le aporta a la Kombucha su sabor pero sobre todo la necesita para alimentarse de su nitrógeno, cafeína y theanina (un aminoácido que nos ayuda a estar más tranquilos) y por eso es importante usarlo al fermentar Kombucha. No quiere decir que no se puedan usar infusiones herbales, pero sí hay que tener en cuenta que con el pasar del tiempo la Kombucha se va a debilitar. Te recomendamos usar los SCOBYs que tenés de más en tu hotel para hacer estas pruebas y tener alguno siempre fermentando solo con té para tener SCOBYs contentos siempre.
Es importante tener en cuenta que la calidad del té influye en la calidad de nuestra Kombucha. Dicho esto, no es lo mismo tomar un té de especialidad en taza que en Kombucha, si bien cuanto mejor sea el té, mejor va a ser la Kombucha, te recomendamos buscar un equilibrio y elegir el té que más te convenza por la relación calidad-precio-sabor de la Kombucha, algunos pueden ser bastante costosos. Otra opción es usar un té de buena calidad, pero no de especialidad, como mayor parte de la base de la Kombucha y agregar un poco de algún té de especialidad para darle ese toque especial.
Al elegir tu té, lo que sí te recomendamos es que sea té de hoja suelta, que no sea en saquitos. Porqué? Porque el té que viene en saquitos es de bastante menor calidad que el té suelto ya que al estar muy cortado se pueden usar hojas que no son ideales. Además, hay otras dos razones que son importante para nosotros: los tés en saquito generan más residuos y los saquitos en sí, muchas veces contienen plástico que además de quedar en el medioambiente, cuando los infusionamos con agua caliente, liberan sustancias como el BPA (un disruptor de hormonas) que no son ideales para nuestro cuerpo.
Estos son los diferentes tipos de tés
Té Verde (绿茶, lǜ chá)
La principal característica del té verde es que no se oxida y por lo tanto mantiene intactos sus polifenoles, que son los compuestos antioxidantes del té. Conserva un sabor más fresco y herbal. Originalmente el té verde se producía únicamente en China, pero hoy Japón es un gran productor también. La Kombucha de té verde es más liviana y más fresca, tiene un color menos profundo.
Té Blanco (白茶, bái chá)
El té blanco es el té que tiene el proceso más simple, pero por ser el más simple es importantísimo que se haga con mucho cuidado porque cualquier error se nota mucho al tomarlo. El té blanco se logra marchitando los brotes de la planta, a veces junto a algunas de las hojas que le siguen, y secándolos. Se produce una oxidación leve que permite tanto sabores como aromas más volátiles (los sentimos más) que los del té verde. El té Blanco es el menos preferido de la Kombucha, demora más en fermentar, pero queda muy rico. Les recomendamos incluir un poco de té blanco en su mezcla pero que no sea el té principal.
Té Negro (红茶, hóng chá)
El té negro es el más producido en el mundo actualmente, Sri Lanka es el cuarto productor mundial y es de donde viene el té que usamos en nuestra Kombucha. Luego del marchitado de las hojas , estas se enrollan para para poder romper las fibras de las hojas y facilitar el oxidado. El oxidado es el proceso en el cual cualquier planta pasa de ser verde a ser marrón y en el té negro se llega a un 100% de oxidación. Luego de oxidado, el té negro se seca para su conservación. Es el té preferido de la Kombucha y con el que se hace originalmente. Le da un color más oscuro y un sabor más robusto. Es ideal para usar como mayor parte de la base para la Kombucha porque su fermentación es un poquito más rápida.
Oolong (乌龙茶, wū lóng chá)
Esté té cuenta con un proceso de oxidado que no es completo, y dependiendo del productor puede variar entre un 10% y un 70%. Generalmente se usan hojas maduras que contienen menos taninos y menos cafeína. Los oolongs luego de su proceso son enrollados en diferentes formas que van desde un simple plegado hasta el armado de perlas redondas. Es el té más lindo de hacer en teteras transparentes porque vamos viendo como se desenrollan las hojas. Muchos productores de Kombucha usan este té para fermentar, nosotros no lo hemos probado aún porque los que tenemos son demasiado ricos y acá en Uruguay es difícil de conseguir. Es bastante parecido al té verde en cuanto a que logra una Kombucha suave y menos oscura que el té negro.
Puer (普洱, pŭĕr)
Este té es primo de la Kombucha! Se caracteriza por ser un té fermentado, originalmente se hace de forma natural en un proceso que se conoce hace unos 3.000 años. Actualmente, se puede hacer de forma acelerada por los productores de té. Es un té que se puede guardar varios años ya que continúa madurando y cambiando su sabor. Una de sus particularidades es que viene prensado generalmente en forma de disco o ladrillo.
El mundo del té es muy amplio e increíble. Cada tipo de té varía en su sabor dependiendo de dónde fue cultivado, ya que absorbe las características del lugar donde crecieron sus hojas y además cada país tiene sus métodos. Es por eso que un té verde dependiendo si viene de China o Japón sabe diferente. Te invitamos a que pruebes los diferentes tés y encuentres tu preferido. Seguramente de ese té salga tu mejor Kombucha!
¿Te gustaría saber algo más sobre el té? Déjanos tu sugerencia en los comentarios y lo agregamos!
Referencias:
- Gaylard, Linda. The Tea Book. Penguin Random House 2015
- Delmas, Francois-Xavier & Minet Mathias. Tea Sommelier. Abbeville Press Publishers
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Feliz Kombucheada!
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